miércoles, 5 de junio de 2013

Yacimientos arqueológicos

Un yacimiento arqueológico (del francés gisement; también denominado asentamientozona o sitio arqueológico) es una concentración de restos arqueológicos (materiales, estructuras y restos medioambientales). En él podemos encontrar una concentración de restos de actividad humana y está constituido por la presencia de artefactos, elementos estructurales, suelos de ocupación y otra serie de anomalías. Estos restos se pueden encontrar mediante una mera prospección de superficie o, si el asentamiento ha sido enterrado, con una prospección de subsuelo.



Formación de yacimientos

Los yacimientos se forman por procesos de abandono o enterramiento unas veces y otras porque se arrasa para continuar viviendo encima (ocupación continuada). Los tells son un ejemplo de yacimiento de varias ocupaciones. Intervienen procesos físicos, biológicos y culturales en su formación:
  • Físicos: con motivo de la erosión (agua, viento, hielo) que lleva consigo un traslado de sedimentos realizados por el viento.
  • Químicos: a veces originan suelos minerales de origen orgánico. Se utilizan análisis cromatomáticos y estudios de elementos traza, para ver la grasa animal, heces... que permite diferenciar los suelos.
  • Biológicos: debido a la actividad de animales, como son los excrementos, comida o traslado de presas.
  • Culturales: debido a la actividad humana, puede ser la extracción de minerales, la búsqueda de alimentos, el cultivo, constones hidráulicas... e inimaginables

Tells 

Los yacimientos más significativos y que mejor muestran su formación son los tells. En oriente se encuentran este tipo de yacimientos de hábitat, utilizados con algún material como el adobe, y que con el paso del tiempo forman falsos cerros. Tenemos algún ejemplo como el de Çatalhöyük.

Excavaciones en el área sur de Çatalhöyük.

Clasificaciones de yacimientos

Los yacimientos arqueológicos se clasifican atendiendo a ciertos criterios:

  • Cronológico: según las grandes etapas culturales con fases y periodos: paleolítico, neolítico, mesolítico... También en relación a las culturas: Sumeria, Acad, Egipto, Grecia, etc.
  • Funcional: Se distinguen los de hábitat y las necrópolis. En los de hábitat se realizan las actividades comunitarias como comer y relacionarse. Al principio apenas dejan huellas (huesos, útiles, ceniza), pero con la evolución se hace más complejo (tiendas con ramas). Con la urbanización el nivel de complejidad es enorme y se diversifica: urbano, rural, concentrado y diverso. Las necrópolis: rendían culto a los difuntos, al principio son simples fosas que se hacen más complejas; hay enterramientos de incineración o inhumación, colectivos o individuales.
  • Tipológico: según su situación topográfica: al aire libre, en cueva, valle...
  • Duración: temporal, estacional, fijo o no.

Tipos de actuaciones en yacimientos 

La normativa española (Reglamento de Actividades Arqueológicas) establece seis tipos de actividades en yacimientos arqueológicos, que necesitan autorización. Las más importantes son dos:

1) Excavación arqueológica 

Puede ser tanto terrestre como subacuática, entendida como la remoción de tierra y el análisis de estructuras realizados con metodología científica, destinada a descubrir e investigar toda clase de restos históricos o paleontológicos, así como los componentes geomorfológicos relacionados con ellos.
Excavación arqueológica
en el yacimiento
de Gran Dolina,
en 
Atapuerca (Burgos).
Restos arqueológicos encontrados
en el
 yacimiento de Arce-Mirapérez,
en 
Miranda de Ebro (Burgos).

2) Prospección arqueológica 

Es la explotación superficial y sistemática realizada con metodología científica, tanto terrestre como subacuática, dirigida al estudio, investigación o detección de vestigios arqueológicos o paleontológicos.

Procesos de prospección arqueopaleontológica
en la 
Cueva de Santa Ana
en 2008 (
CáceresExtremadura).

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